Paseo por uno de los rincones preferidos para ti, y me
quedo sin palabras cuando veo como cada domingo soy incapaz de acercarme porque
me da miedo a encontrarte, tal vez a sentirme solo entre tanta multitud porque
no tengo tu compañía...
Después de ese paseo y sin saber dónde encontrar lo
que estoy buscando, me acuerdo de ti, tu eres la que me indica, la que me guía,
la que me da a conocer todos y cada uno de sus rincones... pero ahora tu estas
lejos y recuerdo que lo que ayer era el Rastro, hoy tan solo bajan coches... es
una calle normal, sin puestos donde es imposible poder buscar aquello que en
una noche he perdido...
Me encantaría no haberlo perdido jamás, no haberme
equivocado, y no tener que recordar tus ojos, y sentir este dolor por haberlo alejado
con una sola palabra...
Todo lo que quieras, lo encuentras en el Rastro, en
cada uno de sus puestos, en cada una de las calles, en cada una de sus
tabernas, pero es mucho mejor haciéndolo en tu compañía, entre el calor de tus
abrazos para que no me pierda...
Y aunque no sepa muy bien dónde me encuentro, dónde
estoy o lo que estoy haciendo… al menos sé que cada domingo volverás a estar
allí con tus puestos, tu música, observando cada mirada... que he encontrado
unos de tus rincones favoritos de la Ribera de Curtidores… para mirarte a los
ojos... y decirte...
Dedicado a
mi amigo y representante Andivia.
Si no tienes
na que hacer
Si no tienen ná que hacer
y quieres
pasar el rato,
y quieren pasar el rato,
acompáñenme
si quieren
a dar una
vuelta al Rastro.
Verán cosas
muy curiosas
y creo que
se divertirán.
Vamos a lo
que pasa
Vamos a ver lo que pasa
aquí por las
masdonal.
aquí por las "Maldonás" (Calle de las Maldonadas)
Vamos a
tomar un vaso (Vamos a tomar un chato) (así se llamaban los vasos cortos; los largos, cañas)
en la
primera taberna
que para
pasar al Rastro
hay que
quitarse las penas
Entramos en
él señores
no ven que
de voces dan,
no oyen que de voces dan,
escuchemos
los pregones:
¡Hay reales
a un real!
¡Hay Ideales
a real! (los Ideales eran cigarrillos muy populares)
¡A treinta
los de noventa!
¡Puros,
rubios y de picao!
¡Los tengo
blancos de hebra!
¡Ay va, los
guardias pelao!
¡Ahí van los
guardias, pelao!
¡Le vendo
una buena barra!¡Le vendo una buena barra! (Boina)
¡Papeletas
del Monte, compro!
¡Arroz,
harina de almorta!
¡Arroz,
harina de almortas! (decíamos almortas, dieta muy popular en los 40)
¡Compro los relojes
rotos!
¡Le vendo
esta buena pluma!
¡Ay qué
traje que me vendo!
¡Corbatas de
mil colores!
¡Sujetadores
de cuello!
¡Tira der
tolo, tirando,solo (¡Bartolo meando solo)(Era un muñequito
popular que se movía accionando
hay que
ver qué rebonito! un palito)(Tira der tolo no me suena. No lo veo sentido)
¡El calzado,
pulimento!
¡Chiriviqui,
serralito!
¡Chiriviquis,
serralito! (Estoy seguro que decía chiriviquis a realito)
¡Qué no hay
quien lo de señores!
¡Compren
ustedes barato!
¡Compro y
vendo!
¡Vendo y
compro!
- ¡Mi madre
qué puñetazo!
- Perdóneme
usted amigo,
ha sido sin
intención.
- Perdonado
de antemano
¡Caray, qué
golpe me dio!
- Gitano,
¿cuánto quieres por la pluma?
- ¿Por la
pluma? 47 pesetas.
- ¡Anda
niño! No me hagas
que me coja
una rabieta
- ¿Quieres
una 35?
- ¿Una 35,
dices?
- ¡Vete por
ahí con tu cuento,
no me
hinches las narices!
- ¡Tas fijao
qué pluma! (¡Pero tas fijao qué pluma!)
No es
ninguna waterman, (pronunciábamos guaterman)
pero escribe
casi sola,
tiés que
hacer así na más.
- ¡Pero si
no tiene punto!
!Ni depósito
tampoco!
- El punto
vale seis reales,
y el
depósito muy poco.
- ¡Anda
niño, que te cuelguen!
¡Pues sí que
tiés una alhaja!
¡Vendo estas
dos camisetas!
De Victoria
la Baraja!
¡De Victoria
las barajas! (Eran de Heraclio Fournier, Vitoria)
¡Qué no hay
quien los de señores, (¡Qué no hay quien las dé, señores,)
a perra
gorda la pieza!
¡Hojas de
afeitar, muy ricas!
¡Sevillano
de la reja!
¡Sevillana
y de La Reja! (Sevillana era la
marca de hojas de afeitar más conocida. La Reja no tanto)
¡Este lote
yo me vendo!
de tabaco de
colillas.
¡Le voy a
dar muy barato,
solamente 3
perrillas! (solamente a 3 perrillas)
¡Para la
nena y el nene!
¡Ay, qué
pelotas de goma! (¡Vaya pelotas de goma!)
¡Vendo
barato el Bar Tío!
¡Por tres
reales una gorra!
- ¡Vean
señores qué cuadro!
¡vean qué
pintura excelsa!
¡fíjense por
Dios bendito,
al hombre
que representa!
- ¡Oiga, amigo!
¿Quién es
ese que está pintado en la tela,
con esa capa
tan blanca
y esa barbaza tan negra?
- ¿Pero de
verdad no sabe
quién está aquí retratado? (quién está aquí retratao?)
- ¡No señor!
Y lo confieso.
¿Quién es
con tanto bordado? (¿Quién es
con tanto bordao?)
- ¡Descúbrase
caballero!
Oiga hablar
a la cultura,
¡el que está
tan bien pintado
es el manco
de Lepanto,
jugando a la
31! (jugando a las 31!)
Y entre
voces y más voces,
se oye todo
un griterío:
¡Al ladrón!
¡A ese, a ese!
¡Qué me ha
robado el bolsillo!
Una gramola
quejosa,
canta un
alegre tanguillo,
mientras una
radio hermosa
radiando está
un fandanguillo.
Pasan dos
hembras de aúpa
y se oye a
un vendedor.
¡Ay, qué dos
jacas mi madre,
en el Rastro
lo mejor!
Una voz
afeminada
se escucha
de esta manera:
¡Vendo un crespón
color rosa,
buen color
para las morenas!
Y por fin ya
vamos saliendo, (Por fin ya vamos saliendo)
a la taberna
de Eloy.
¡Vamos a
tomar un vaso,
los iguales
para hoy!
El Rastro - El Gran Kiki
Paco Acebes nos explica como conocía la canción que él recitaba y nos explica como era el Rastro y cosas que muchos no conocemos o hemos visto.
Gari Álvarez nos propone esta correción de la canción, aunque escuchando una y otra vez la canción del Gran Kiki, sobre boinas no dice nada.
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Alejandro
Ulloa era un madrileño enamorado de Barcelona, donde residió casi toda su vida.
Fue actor, rapsoda, guionista y director cinematográfico, logrando un enorme
éxito cuando recitó y grabó poemas como “Penas y alegrías del amor”, “La
profecía”, “Feria de abril en Jerez” y sobre todo el popularísimo “Romance de
la Infanta Isabel” también conocido como “Romance de la Chata” o “La Chata en
los toros”. El Gran Kiki era el máximo exponente de la canción tragicómica en
aquellos años, logrando éxitos que cantaban todos los españoles como
“Tabernero”, “El rastro”, “El limpia de Cascorro” y “La Rodríguez”. Era todo un
personaje que recorrió América, apareciendo incluso en un film de rock and roll
argentino.